Anillos

Cada anillo principal está formado por muchos anillos estrechos. Su composición es dudosa, pero sabemos que contienen agua. Podrían ser icebergs o bolas de nieve, mezcladas con polvo.
El origen de los anillos de Saturno no se conoce con exactitud. Podrían haberse formado a partir de satélites que sufrieron impactos de cometas y meteoroides. Cuatrocientos años después de su descubrimiento, los impresionantes anillos de Saturno siguen siendo un misterio.

Las partículas que forman los anillos de Saturno tienen tamaños que van desde la medida microscópica hasta trozos como una casa. Con el tiempo, van recogiendo restos de cometas y asteroides. Si fuesen muy viejos, estarían oscuros por la acumulación de polvo. El hecho que sean brillantes indica que son jóvenes. Se extienden a lo largo de 65.000 kms, hasta llegar a una distancia de 250.000 kms del centro de Saturno. Se trata de una sucesión de anillos concéntricos de distintos diámetros compuestos de polvo, corpúsculos de hielo, hielo seco y roca helada con tamaños que van desde unos pocos cms. hasta varios metros. A pesar de su gran tamaño, su grosor es muy reducido de apenas varios kms de anchura. Esto hace que se hagan invisibles desde de la Tierra cuando se presentan de canto, cosa que ocurre cada 14.5 años.

Vistos desde la Tierra aparentan ser tres anillos, los llamamos A,B y C. Los más visibles, los anillos A y B se encuentran separados por la llamada división Cassini, mientras que la separación entre los anillos B y C se conoce como división Encke. El origen de los anillos de Saturno es desconocido. Existen varias hipótesis entre ellas la que supone que se formaron a partir de uno o más satélites fragmentados por las fuerzas de marea de Saturno. Otra hipótesis sugiere que se trata de restos del material primario del que se formó Saturno, que debido a la cercanía al planeta no consiguió agruparse para formar un satélite.